03 noviembre 2010

Una actitud cobarde

Hoy es día de celebración por parte de los republicanos en USA. Una gran victoria para el Tea Party. Al ganador del nobel de la paz, Obama, su popularidad se le viene abajo. Al menos en Estados Unidos porque en Europa y sobre todo en esta España nuestra de cada día, parece que los problemas de los demócratas son como los problemas de los socialistas: los demás, ellos son víctimas de las circunstancias, de las crisis, del capitalismo salvaje y voraz que invade el mundo y del que ellos nos salvarán.
En España Zapatero sigue en su mundo, Trini continua con la no-política de asuntos exteriores, tal y como lo hacía Moratinos en su día. En el mundo de Zapatero, el Sahara es un problema delicado que puede molestar al rey de Marruecos, en Venezuela el Sr. Hugo Chávez es un demócrata ejemplar y prueba de ello es que fue elegido por la mayoría del pueblo (lo que le autoriza, según nuestros socialistas en el gobierno, a hacer lo que se le venga en gana) y los presos políticos no son más que maledicencias de la oposición venezolana, porque ya lo dijo Trini, que na de na, que en Venezuela todo normal.
A la ministra le pasa como a un amigo con el que discutía ayer noche y que se empecinaba en defender las consignas socialistas siempre en boga. Le plantee que se fuese a Cuba o Venezuela y su respuesta fue: "no porque yo allí no podría estar hablando como lo hago aquí!". Lo dicho, en este gobierno de Zapatero parece que hay más de uno que quiere embarcarse con Venezuela rumbo al mar de felicidad Cubano.
Hoy publica el diario El Universal un interesante artículo sobre las bondades del régimen isleño. No dejen de leerlo para que descubran como Chávez ha ido logrando el objetivo de ofrecer a todos los venezolanos el estilo de vida de la isla caribeña. Ya los apagones, la falta de mantenimiento de la infraestructura del país hacen sentirse como en casa a los miles de médicos cubanos que trabajan para el régimen chavista y, al igual que en Cuba, no hay presos políticos, son delincuentes comunes (ya nos lo había aclarado en su día Willy Toledo). Si ya hasta hay una organización que agrupa a los exiliados venezolanos en el exterior, qué más se puede pedir.
Me gustaría comprender que sale ganando España con el cobarde comportamiento que viene llevando adelante el gobierno español en sus relaciones y gestiones con países como Venezuela o Marruecos o  el triste espectáculo con Gibraltar. Zapatero está convencido de que la mejor política en asuntos exteriores es la de meter la cabeza en un agujero y no hacer nada. La de salir pancarta en mano a corear consignas por el No a la Guerra, “give peace a chance” que diría el otro y llevar adelante ese patético proyecto de la Alianza de las Civilizaciones. Y mientras ZP y sus ministros mantienen esa cobarde actitud, los tiranos se crecen y las democracias padecen. Es triste lo mucho que fue España siendo tan pocos y lo poco que somos hoy en día que somos tantos.

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