16 abril 2011

Políticos futbolistas



España es un país de contrastes. El fútbol, que duda cabe, levanta pasiones, máxime en estos días en que el Real Madrid y el Barcelona se verán las caras en cuatro ocasiones en un mes escaso y ni que decir de los padecimientos gratuitos de quienes no perdemos la esperanza de volver a un Celta de Vigo en primera división.
He sido testigo, como mucho de vosotros, de la poca paciencia que tienen los aficionados a este deporte con sus jugadores, entrenadores y dirigentes. El seguidor de un equipo de fútbol quiere ver resultados, quiere escalar posiciones, ver a su equipo "sudando la camiseta" y si esto no ocurre, u ocurre con no suficiente enjundia  a juicio del forofo de turno, entonces, no se atiende a razones, no hay crisis que valga, no importa si medio equipo tiene fractura de tibia y peroné con cólicos estomacales, fiebre y convulsiones. A esos tíos se les paga un dineral para que produzcan resultados y así se lo hace saber con silbidos, rechiflas, gritos, pañoladas y, en ocasiones, de formas un tanto más bruscas.
No pocos grandes cracks del fútbol mundial pueden dar fe del estrés que la presión de sus seguidores les ha echo perder el pelo y oras de sueño. La regla que el socio, seguidor o simple simpatizante sigue es más que sencilla: para eso se les paga!!.
Lo escabroso del tema es que cuando cambiamos clubes de fútbol por partidos políticos, todo cambia. Los niveles de exigencia se relajan. De pronto nos da igual lo que hagan con nuestro dinero, es más, hasta nos dejamos mangonear plácidamente sin quejarnos por estos señores, elegidos por los votantes, disfrutando de buen suelto, chófer, dietas, un horario de trabajo de fábula, jubilaciones que ya las quisiera yo para mi.
No importa si se les acusa de prevaricar , dolo tráfico de influencias, apropiación indebida de dinero público u otro cualquiera de los innumerables delitos que día tras día cometen. Al final, estos señores se presentan ante todos los medios de comunicación, en una suerte de teatro burlesco en el que se burlan de todos y cada uno de nosotros.
No hay rechiflas, no hay pañoladas, no se exige el inmediato recambio del "jugador", simplemente lo vamos dejando pasar.
Nadie entendería que una sola persona eligiera a los jugadores de un equipo de fútbol por razones de amistad, por compañerismo, ni siquiera por ser de la cantera (si no es realmente bueno), por compromisos con banqueros e influyentes amigos. Ahora bien, en política, las cosas cambian. Los barones deciden, en función de sus compromisos y cuota de poder quienes serán esos  desconocidos que nos gobernarán por espacio de cuatro años..... o más, sin que nosotros, pobres y tristes votantes sepamos, en la mayoría de las ocasiones, de donde han salido, de donde vienen y, lo que es peor, a donde nos llevan.
Creo que ha llegado la hora de empezar a tratar a estos políticos igual que tratamos a los futbolistas. ¿Alguien cree que Messi o Cristiano Ronaldo ganarían lo que ganan o , más aún, jugarían en los clubes en que juegan si no cumpliesen las metas que se plantaron esos equipos en su día?. A los jugadores se les exige resultados, es hora de que a los políticos también!!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario