20 mayo 2011

Indignaos: los neo-revolucionarios

Escribe Juan Pina en su blog acerca de los neo-revolucionarios de moda, los indignados de la Puerta del Sol y demás plazas de media España, y les anima diciéndoles "indignaos si, pero con quien corresponde".
El problema con el artículo es que desprende ese tufillo libertario que no mola entre los neo-revolucionarios.
Es que eso de pedirles que se indignen con el "mal llamado Estado de bienestar" ya es ganas de estar tocándole las narices a quien exige que no cercenen sus derechos (derecho a casa, a trabajo, a comida, a educación, a un buen salario, a un estado que vele por mi felicidad, a la paz mundial).
Tenéis motivos para indignaros, desde luego, pero no con el supuesto libre mercado (¿libre?) ni con el supuesto capitalismo (¿dónde?). Apuntad bien:
 A este Juan se le ocurren unas cosas, a ver si es que ahora resulta que la culpa de todo no es del libre mercado; lo de libre no entiendo por qué lo pone entre interrogantes, a lo mejor es porque tal cosa, en España al menos, no existe. Porque cuando el estado es quien fija horarios, aranceles, licencias y demás inventos igual resulta que muy libre, pues no es. Vamos que el lío al final pareciera que quien lo monta es el Estado. Lo que se le escapa al bien intencionado de Pina en su artículo, es que el Estado realmente lo que quiere es protegernos de nosotros mismos. Si pudieses comerciar libremente, nos sacaríamos los ojos los unos a los otros ya que, por todos es sabido, somos malos, pero malos, malísimos, de una maldad infinita y por eso los funcionarios del gobierno nos protegen con regulaciones que evitan que abusemos de nosotros mismos, pues está probado, no se por quién, que llegar a acuerdos libremente entre ciudadanos, sin un tercero de por medio (llamado Estado), no funcionaría.
La culpa es del capitalismo. "El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos". La culpa es de los empresarios, de los oligarcas, que diría el Caudillo Hugo, otro que está en contra del ansia de acumulación de libertad de sus conciudadanos. La culpa es de los bancos privados, que para nada de los poderosos bancos centrales, que son del Estado y fijan las reglas del juego. Y volviendo a los bancos (privados), entre esos indignados no hay accionistas de los bancos?. No hay nadie que especuló a comprar un piso y venderlo para ganar un dinerito antes de escriturar?. Alguno que tenga claro que al banco no le pidió un piso a plazos sino un dinero (con el que se compró el piso y, en ocasiones, el coche, el viaje, los muebles y algún caprichito extra) y que lo que le debe al banco es una suma de dinero y no un piso? Todos somos amigos de repartir, si, pero repartir lo de los demás, nunca lo nuestro. Por eso habláis de expropiar (para repartir), de estatizar (para repartir), de aumentar el número de funcionarios en colegios, hospitales, transporte público (para repartir), pero no reclamáis ni en un solo párrafo: más libertad.
Y es justamente de libertad de lo que andamos escasos, cada vez más, y me asusta cuando veo a estos neo-revolucionarios clamando por más Estado. Por más derechos. Dispuestos a renunciar a dirigir sus propias vidas para delegar en el Estado la búsqueda de su felicidad. Me asalta una pregunta: Quién pagará tanto bienestar? Cómo pensáis sacar de donde no hay? O es que todavía hay quien cree que para tener basta con desear?. Me asusta tanta buena intención en Puerta del Sol.
"Es necesaria una Revolución Ética. Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y tenemos que ponerlo a nuestro servicio. Somos personas, no productos del mercado. No soy sólo lo que compro, por qué lo compro y a quién se lo compro."  Suena bonito. Pero es que nadie os obliga a comprar nada. Podéis ir a las tiendas de saldos, a los "chinos" o a Zara. Quien os obliga a tener una TV de plasma? Quién os obliga a comprar alguna marca? Por que culpáis a los demás (a ese ente intangible al que llamáis sociedad) de vuestras decisiones? Nadie es obliga a vivir en el centro, a tener un coche de moda, ropa de marca, móviles 3G ni ordenadores de última tecnología. Pongamos los puntos sobre las ies del i-phone con el que muchos  envian el sms: es gracias al dinero, es gracias a la ambición de esos empresarios que se empeñan en hacer un Twitter, un Facebook, un i-Phone, un motor híbrido para los coches ecológicos, las maquinarias para construir una casa, un lápiz o la ropa que llevas puesta, arriesgando sus ahorros en una empresa, contratando empleados y servicios con la esperanza de ganar más dinero sabiendo que una buena parte se irá en impuestos para sufragar esos servicios que deficientemente administra El Estado en nuestra sociedad. No nos olvidemos que la riqueza que nos repartimos no la crea el Estado, la administra, y generalmente mal.
Ojalá os indignarais así. Ojalá vuestra Spanish Revolution fuera libertaria. Pero veo con tristeza que las propuestas que hasta ahora van rezumando de la Puerta del Sol no apuntan en esa dirección, sino en la del colectivismo de siempre y en la de fortalecer al Gran Hermano para que os dé lo que pedís o al menos una migajas. Y no es esto, ¡no es esto!
Los políticos se estarán frotando las manos ante vuestra ingenuidad, pero estáis a tiempo
Yo os recomiendo que leáis el artículo completo, aunque a mucho indignado no le guste, vale la pena.

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