05 octubre 2010

Venezuela, España y ETA


Bajan revueltas las aguas. Los etarras detenidos en días pasados han confesado haber recibido entrenamiento en el uso de armas de fuego y explosivos en Venezuela y haber contado con protección oficial. La Fiscalia de la Audiencia Nacional (España) concede total credibilidad a lo confesado por Aristrain y Besance quienes identificaron a Arturo Cubillas como instructor de dicho adiestramiento. Hay que recordar que el Sr. Cubillas es persona cercana a Chávez.

Cubillas está residenciado en Venezuela desde finales de los años 80 y desde el pasado mes de marzo tiene una orden detención internacional por haber sido el responsable de entrenar a una docena de guerrilleros de las FARC en el uso de explosivos. Casado con Goizeder Odriozola Lataillade, venezolana y quien desde hace tres años es la directora de Relaciones Institucionales del Ministerio del Poder Popular para el Deporte, mientras que Cubillas es desde al año 2005 director adscrito de la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agriculturas y Tierra de Venezuela.

De sobra es conocido la seriedad con que actúa la Guardia Civil española, máxime en lo que a terrorismo se refiere. Sin embargo, no se apuren ustedes, porque ni a nuestro Ministro de Exteriores, el Sr. Moratinos, ni a su superior, el Sr. Rodríguez Zapatero les interesa en lo más mínimo, molestar a su compañero ideológico, el comandante Hugo Rafael Chávez.

Una vez más, como ya ocurrió en el pasado, Moratinos nos deleitará con una de sus ya conocidas canciones en las que cuenta como se ha reunido con los representantes del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, quienes, entre whiskies y abrazos, le prometen hacer todo lo posible por perseguir a los muchachos malos de ETA, con quien Rodríguez Zapatero negoció en el pasado y todo indica que vuelve a hacerlo. Entre tanto, Chávez hará lo que mejor sabe hacer, chillar durante horas, insultar y ahogar en tedio con su interminable verborrea a los que no tengan más remedio que escucharle.

España no ha ido ni irá contra Cuba ni Venezuela. No se si por intereses comerciales, los pocos que existan, o por afinidad ideológica. Al gobierno español no le interesa tanto hacer como parecer que hace y al gobierno venezolano esto le resulta en una magnífica cortina de humo basada en la conspiración de la oposición vendiendo en el exterior que Venezuela protege a terroristas, todo con el fin único de perjudicar la revolución bolivariana.

En unas semanas todo se quedará en eso, un comunicado de buenas intenciones, y de las declaraciones del embajador venezolano insinuando que las autoridades españolas torturan a los miembros de ETA a fin de obtener confesiones, de eso, como si no hubiese ocurrido nunca nada. Es que en España somos así y en Venezuela aprendimos de los de aquí.

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