14 octubre 2010

En un país de esclavos


Qués es la democracia? Según el Diccionario de la Lengua Española

democracia.
(Del gr. δημοκρατία).
1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.
¿Veamos, cómo favorece la actual doctrina política la intervención del pueblo, es decir, de los ciudadanos, en el gobierno? ¿En qué podríamos basarnos para afirmar que, hoy en día, existe un predominio del pueblo, el ciudadano común,  en el gobierno político de nuestro estado?

En nuestras tan sobrevaloradas democracias estamos dando excesiva importancia al voto  y muy poca a su significado, al extremo de que el casi único acto democrático que realizamos cada cierto tiempo es escoger al grupito de desconocidos que tomarán las decisiones en nuestro nombre y para "nuestro bien".

¿Nos hemos detenido a pensar en qué forma es que delegamos todo nuestro poder como ciudadanos para la administración de los bienes públicos? ¿Hemos pensado, alguna vez, cuánto poder nos queda después de votar y hasta que se vuelven a convocar elecciones? ¿Ante quién responden realmente los elegidos? ¿Se siente usted capaz de causar mella en la actitud de un senador o diputado enviándole una carta o un e-mail?¿Realmente conoce usted el nombre de los diputados y senadores que le representan y, en teoría, defienden la región en la que vive?

¿Quién tiene poder, realmente, en nuestra democracia? ¿El pueblo, el ciudadano común? Por favor!!!. El poder lo ostenta el secretario general del partido político. Ese que dice quien va y quien no en esas listas que usted, al igual que yo, elegiremos sin mucho margen de maniobra. El mismo que dictará los lineamientos acerca de lo que se debe aprobar o bloquear en el congreso y senado. Son esos señores los que tienen a ciudadanos, empresarios, banqueros y demás en un puño. Es a ellos a quienes tratan de influir estos mismos grupos, quedando el ciudadano de a pie en el vagón de cola.

Para que exista una verdadera democracia debemos empezar por lograr que un diputado tiemble cada vez que tenga que votar en contra de los intereses de sus electores, diga lo que diga su partido político. Debemos lograr que el fiscal general sienta que los ciudadanos le reelegirán o lo reemplazarán si ven que no defiende los intereses de la nación en forma pronta y oportuna. Por qué el jefe de la policía tiene que ser un cargo político elegido por el partido y no por los ciudadanos. ¿Es que acaso los partidos políticos piensan que son más sabios que el ciudadano?. ¿Por qué tardamos tanto en dar el salto definitivo a una verdadera democracia?.  Simplemente porque el ciudadano de a pie sigue mentalizado en que está para recoger las limosnas que le lancen en forma de subsidios, pagar impuestos en aras de un colectivo ambiguo  e inexistente y por miedo. Por miedo a asumir nuestra responsabilidad y hacerle frente de una vez por todas a nuestra libertad.

Ya está siendo hora de que empecemos a elegir, uno a uno  a quienes legislan, a quienes tienen cargos de verdadera responsabilidad para que seamos nosotros y no ningún delegado mesiánico quien evalúe la gestión de esos funcionarios pagados, mes a mes, con dinero de nuestro bolsillo. ¿Por que para poder elegir a dos o tres buenos tenemos forzosamente que incluir a cinco o seis que no nos parecen adecuados y que van en esa lista forzosa? ¿Por que no podemos elegir a dos de un partido, tres de otro, uno de aquel y tres de aquel otro? ¿Por que no podemos elegir, simple y llanamente, a los mejores independientemente del color del partido?

Ya es hora de convertirnos en una verdadera democracia, porque para haber cambiado la esclavitud de la dictadura por la esclavitud de los partidos mejor nos hubiéramos quedado como estábamos ya que cada quien tenía muy claro el papel que le tocaba representar sin tanta pantomima.

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