25 septiembre 2010

Preparando la huelga

España se prepara para una huelga general el próximo 29 de Septiembre. Ya solo quedan 4 días para la ocasión. Y habrá huelga; la habrá porque unos señores han decidido que es hora de hacerla. En verdad no se sabe muy bien contra quien va esta huelga.
A mi me parece que todos, sin excepción, tenemos derecho a manifestarnos, a protestar contra todo aquello que consideremos injusto. Para ello vivimos en democracia.
Pero esta huelga presenta algunos aspectos que no termino de entender. Los sindicatos principales, como son UGT y Comisiones Obreras has estado callados y sin hacer ruido hasta hace pocos meses, y crisis, lo que se dice crisis económica, creo que ya es cosa de años.
Los sindicalistas han decidido que el 29 es bueno no trabajar. Me parece pero que muy bien. El que no quiera que no trabaje. Pero, y el que quiere trabajar?
En las diferentes tertulias de las radios españolas se escuchaba discutir, el día de ayer, sobre los servicio mínimos del 25% pactados entre gobierno y sindicatos. Imagino yo que se refiere a que los sindicatos se comprometen a convencer a los trabajadores, que evidentemente quieren ir todos a la huelga, a prestar esos servicios mínimos. Con lo cual no entiendo, ni entenderé nunca la necesidad de los piquetes, de los piquetes violentos, aclaremos, esos que entre amenaza e insulto te "invitan" a que desistas de la idea de ir a trabajar.
El derecho a la huelga es irrenunciable, pero no más y no menos que el derecho a trabajar.
No sin estupor escuchaba a los contertulios de Onda Cero, en el horario matinal, comentar con preocupación, la exigencia de 50% de servicios mínimos en la comunidad de Madrid. Alguno mencionaba incluso que Esperanza Aguirre quería caldear, ex profeso, los ánimos. Que era algo así como una afrenta a los sindicalistas. Pero quién defiende entonces a aquellos que deseen trabajar ese día. Quién protegerá al autónomo que ningún sindicato a protegido nunca cuando procure ganarse el pan ese día. O es que la política del miedo la damos por válida y aceptable en nuestra sociedad. Para evitar tumultos mejor quedarse en casita?
Si en  los sindicatos tuviesen poder de convocatoria, que no lo tienen y lo saben, con la que está cayendo, hace mucho tiempo que la huelga hubiese sido un éxito. Lo lamentable es que estos señores, que viven de las generosas subvenciones del estado, es decir, del bolsillo de los que todavía tenemos trabajo, con un 20% de desempleo no han hecho absolutamente nada por lograr rectificaiones por parte del gobierno y a estas alturas se lanzan a una huelga general contra no se sabe quien, berreando contra los empresarios, los bancos, "el sistema" y a veces da la impresión que tratasen de molestar lo menos posible a la administración de turno, quizas por compartir un mismo ideario político.
Los sindicatos de trabajadores tienen una razón de ser y deben prestar un servicio a sus afiliados a fin de poder negociar una mejor retribución en función del servicio que dichos afiliados prestan a o las empresas. Lo que no puede ser es que cada vez que se hable de negociaciones, estas tengan que ser en plan batalla campal. Imagine usted a un astillero cuyos directivos decidan incendiar un par de autobuses porque el estado no les ha otorgado un par de contratos, o porque reclamen un precio mayor por un contrato existente.
Los sindicatos no pueden obligar a los trabajadores, afiliados o no, a respaldar una huelga por decreto. Así nunca llegaremos a nada. Pasará la huelga, se hablará de cifras, los unos de éxito total, el gobierno de éxito parcial y sin incidentes que lamentar (salvo los causados por la oposición, culpable de todos los males) y la oposición callando, como acostumbra en estos tiempos.
La huelga no servirá de nada, en diez días estaremos hablando de nuevo del paro, de la crisis, del Barcelona y el Madrid. A mí, me ponen una ración de pulpo por favor!. Así nos va por estas latitudes hispánicas.

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