23 abril 2014

Capitalismo para niños

por Paula Smith - Septiembre 4, 2001

Los padres, al igual que quienes no lo son, deberían estremecerse de miedo ante los métodos empleados para enseñar a nuestros jóvenes en la escuela tanto pública como privada. En el sistema de educación pública, vemos a todos los niños aprendiendo de acuerdo con el “mínimo común denominador”, mientras en la escuela privada, a los niños se les lava el cerebro con el mantra del “servicio comunitario” y todas las demás variantes de lo políticamente correcto. Qué puede hacer un padre capitalista?

Pruebe a ir al establecimiento más cercano de Target y adquiera, por menos de 50 dólares, una copia del CD-ROM “Roller Coaster Tycoon”. Este, en apariencia inocente juego para niños le facilitará toda la formación básica en economía, mercadeo y gestión de negocios que podría esperarse de un curso para principiantes en la universidad. La única diferencia es que en este formato se aprenden esas materias de manera divertida, intuitiva y fácil de entender.

Quizás sus hijos ya tengan el juego y usted no le haya prestado mucha atención. Debería.  No sólo lo encontrará fascinante sino que podrá aprender (o repasar) una o dos cosas. Esto es capitalismo puro en su máxima expresión: usted diseña un parque temático completo, con todo los aditamentos que lleva en la vida real (caseta de información, tiendas de recuerdos y comida, caminos, líneas para hacer fila, baños, etc.) y tratará de satisfacer a sus clientes.


Cuanto más interesantes sean las atracciones, mejor sea la comida, más eficiente y bien planificado el diseño del parque, tanto más contento estarán los clientes. Cuanto más felices son ellos, más dinero gastarán. La felicidad de los clientes, sin embargo, está en cierta forma relacionada con cuánto dinero usted invierte diseñando y operando su parque - justo como en la vida real. Y, en última instancia, cuanto más dinero gastan, el beneficio que usted obtiene debería ser mayor. (Existe incluso un asiento manual de Beneficios y Pérdidas, disponible en cualquier momento en que desee “contar su dinero”, una simpática introducción a la contabilidad para niños.)

Al igual que en la vida real, existen costos asociados con todas las actividades necesarias para construir y mantener un negocio. Deberá obtener préstamos para hacer frente a la inversión de capital, como son las montañas rusas, infraestructura y áreas comunes. Sus ingresos están acotados por sus costos operativos (por ejemplo: costos por hora de operación de los equipos, costos de personal, costos de construcción, costos de la comida / bebida / recuerdos.). Sus ingreso vendrán de diversas fuentes. Por ejemplo, puede haber un precio por la entrada, que usted determina, para para poder acceder al parque; cada atracción puede tener un precio asociado con ella; comida / bebida / recuerdos, todos tienen un precio.

El programa es extremadamente flexible, permitiendo que cambie precios “sobre la marcha”. Digamos que empieza a llover (el programa está siempre alterando de forma aleatoria diversas variables, muy parecido a lo que ocurre en la vida real). Usted debería aumentar el precio de los paraguas y “hacer su agosto.” (Esto fue idea de mi hijo de siete años.) Esto es absolutamente lógico.

Además del clima (hace calor o frío?, lluvioso o soleado?, cuál es el pronóstico del tiempo?), otras variables del programa  incluyen colas para acceder a las atracciones, y cómo están diseñadas estas atracciones. (Usted puede realizar micro-ingeniería en las montañas rusas para maximizar su efecto; hay incluso “vomito”, que deberá ser limpiado por el personal de limpieza, si las atracciones son demasiado violentas.)

Es potestad del jugador actuar - o reaccionar - ante esta variables. Si la cola para una atracción particular es demasiado larga, aumente el precio. dependiendo de la elasticidad del precio, estará en capacidad de incrementar su beneficio por hora en unas pocas atracciones. (Una vez más, una lección que me dió mi hijo de siete años.)

Hay también unas muy efectivas lecciones de mercadeo. Cada cliente de su parque temático tiene asignado un número, y al hacer click sobre ese cliente dispondrá de considerable información de mercadeo: cómo se está sintiendo ese cliente (feliz, triste, frustrado, hambriento, aburrido); con cuánto dinero vino, cuánto ha gastado y cuánto le queda para gastar; qué tipo de atracciones le gustan a esta persona; por qué vino al parque; etc. Usted puede responder a estos datos de forma efectiva y apropiada (por ejemplo, instale rápidamente una caseta de perritos calientes cerca de una persona con hambre).

También hay “premios de mercadeo” que aparecen periódicamente, dependiendo de la opinión general de los clientes de su parque, como el de “mejor relación calidad precio”. Estos premios inciden en la cantidad de visitantes a su parque, y esto es importante para mantener una buena reputación y desarrollar nuestra marca. Otras decisiones de mercadeo, más sutiles, son la de dónde colocar varios quioscos y atracciones para la mayor visibilidad y valoración por parte de sus clientes y cómo diseñar el parque para una eficiente circulación de los clientes y sus dólares.

Por último, en el juego hay innumerables características de la vida real que cualquiera de nosotros estaría en apuros al tratar de explicarlas  a un niño de escuela primaria. La eficiencia de los empleados, por ejemplo, es puesta a prueba cuando varias atracciones se averían y el personal de mantenimiento no logra ser localizado (por ejemplo, están dispersos por el parque, tomando un descanso, en el sitio equivocado del parque).

Usted empieza a perder ingresos inmediatamente hasta que la atracción es arreglada, con lo que termina contratando más personal - con un costo adicional, por supuesto. Se le han asignado objetivos al principio del juego, así que tiene trabajar para alcanzar esa meta. Y la lección más importante de todas es aprender el concepto de “qué precio soportará el mercado”. Yo dudo que alguno de estos conceptos sean enseñados en la escuela hoy en día.

La idea de enseñar estos valiosos conceptos a los niños de una manera racional, sin amenazas y de forma interesante, debe resultar atractivo para cualquier padre o adulto al que le preocupen las futuras generaciones y sus habilidades para comprender algunos principios básicos de economía y negocios. Ayudemos a nuestros niños a entender que “aprender” no trata acerca de evitar que los leñadores talen bosques tropicales e idear formas de reciclar las latas de cerveza de papá; trata de la lógica, el pensamiento y el uso de sus cerebros para resolver problemas. Yo permitiría que este software tomase el lugar de un propagandista profesor de estudios sociales en la escuela pública cualquier día de la semana.
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Paula Smith es la propietaria de Curry Printing & Copy Center in Baltimore, Maryland. Puede contactar con ella en MAIL
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El artículo original en Inglés está publicado aquí.

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