Desalojos, indignados e ilegalidades.

A la policía le toca en los próximos días un papel difícil de interpretar. Se acerca la hora de hacer cumplir con la ley y alguien tendrá que sacar de los espacios públicos a los cada vez más desafiantes indignados.
España es un país visceral.
Los comerciantes y vecinos de las plazas de las acampadas son los más perjudicados y exigen que se hagan cumplir las medidas. La oposición presionará cada vez más a que el gobierno haga cumplir la ley, que en nuestros país no siempre es lo más aplaudido por aquello de que "es un acto pacífico". Pero es que dejar de pagar impuestos es un acto pacífico y Hacienda no lo ve así, de hecho es una experiencia sobrecogedora ver la celeridad con que se resuelven trámites burocráticos a fin de embargarnos hasta lo que no tenemos.
Toca desalojo y la policía será la mala de la película. Pero somos todos iguales, como quiere la ministra Pajín, pero iguales ante la ley, y eso es algo que se echa en falta en las proclamas de los indignados.
Es verdad que las imágenes de los funcionarios cargando contra un minusválido en silla de ruedas, contra la indefensa señora o el pacífico anciano son desagradables e injustificables. Es verdad que estamos todos en contra del uso de la fuerza contra una manifestación pacífica. Pero también es verdad que la paz no es justificación para el incumplimiento de la ley.
Toca desalojar y mucho me temo que los "indignados" pongan sillas de ruedas, muletas, señoras y ancianos en primera fila.
Toca desalojo, cargas policiales y sensacionalistas fotos en la prensa.
Mientras tanto el PSOE, con Rubalcaba a la cabeza, bien gracias, están a otra cosa, que al fin y al cabo para ellos está claro que la culpa es de la oposición!!