10 noviembre 2010

Paquita en el Gabinete de Economía de Zapatero

Hacia dónde van los políticos? Caminamos en la misma dirección? Pareciera que nuestros polítcios interpretan la realidad de una forma muy diferente a como la ve Paquita. Mi amiga, ya pasada la medianía de los cuarenta, se levanta muy temprano a fin de estar con el alba encarada con las escaleras de los cuatro portales que le toca limpiar cada mañana. Escaleras, ascensores, espejos, escoba y fregona en mano.
A ella, que debe dejar preparado desayuno y almuerzo antes de salir a su aventura diaria, las cuentas del estado no le cuadran.
Hoy coincidimos en el rellano. Mientras yo espero el ascensor y Paquita barre, nos hacemos el habitual intercambio de saludos; lo difícil que se pone la vida, la crisis económica y me cuenta que, en casa, han reducido gastos a lo imprescindible. Los ingresos, ahora que el marido encuentra contados trabajos en reformas y pequeñas obras de construcción como pintor, han menguado mucho. Lo paradójico, según ella, es que no pueda reducir lo que le quita el estado de lo que a ellos tanto les cuesta ganar. Antes al gobierno tenía que darle el 16% de cuanto compraba y ahora, con la situación como esta, lejos de reducirle ese importe, debe apretarse el cinturón para poder contribuir con dos puntos más con el estado.
Paquita, al igual que los pocos españoles que van quedando con trabajo, no entiende por qué debe sacrificar ella lo que tanto le cuesta ganar y no ve que se produzca ajuste alguno por parte del estado.
Dice no entender eso de ayudar a los que lo están pasando peor ya que si dejasen de dar tantas subvenciones no habría que subir los impuestos. Según Paquita, que pese a no tener muchos estudios, el sentido común le sobra, las subvenciones son para los que tienen dinero. Usted cree, me pregunta, que alguien en el paro se va a comprar un coche, o una nevera o a cambiar la calefacción? Porque las subvenciones son para los que pueden comprar y los que compran, una de dos, o están trabajando o tienen el dinero para comprar. Y a mi que estoy ahogada me quitan el dinero para darlo en esas subvenciones. Vamos que es de locos!!
Yo realmente no sabría como replicarle y así la dejo que continúe con su lamento mientras espero el ascensor que parece tardar una eternidad.
Me comenta que mientras en España sigamos buscando trabajo para estar unos meses y luego vivir del paro mal lo llevamos. Aquí, estos gobiernos lo han montado para favorecer al que no quiere o no necesita trabajar. Ayudas, subvenciones, becas.... es que así no hay forma. A unos nos destripan para engordar a unos cuantos vagos.
Tanto hablar de que los chavales no tienen posibilidad de trabajo pero si mi hijo quiere hacer un trabajito por horas, dispuesto a ganar poco para adquirir experiencia, no se puede. Hay que darse de alta en la seguridad social y mil historias. Al final queda en el paro, no trabaja y entre todos los españoles le pagamos la sanidad. Si el acepta ganar dos duros, cuál es el problema? Qué lo explotan? Con no aceptar el curro tiene suficiente. A fin de cuentas, entre que el gobierno regale cuatrocientos y pico de euros que nos quita a los trabajadores para dárselo a quien está sin hacer nada o que la gente se busque la vida y se gane ese dinero aunque no le paguen seguridad social ni na, no nos saldría al final a todos más barato?.
Yo entro en el ascensor y, aliviado, me despido de ella, preguntándome por lo bajo si no debería Zapatero contratar a esta mujer para su gabinete de economía. Mejor que los que están, casi seguro que lo haría.

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