Libres o redimidos?

En ocasiones no entiendo a la gente. Más bien son raras las ocasiones en las que la entiendo. Vivimos en una época donde tenemos miles de herramientas a nuestro alcance, con las que nuestros padres y nuestros abuelos ni soñaban. El acceso a la información es tal que estamos saturados de ella en la mayoría de los países occidentales.


Tenemos la  posibilidad de reinventarnos cada día y sin embargo la tendencia es a mantenernos estáticos a la espera de que las circunstancias cambien. Dejamos pasar los años y luego nos lamentamos por no haber sido algo más arriesgado, pero claro, "cómo iba a saber yo que esto de la informática al final...", "..quien podía pensar en aquel entonces que montando un negocio de... como hizo Pablo... y mira ahora que bien le va..", " es que los jóvenes no tienen futuro en este país...".
Y así una tras otra, lamentos y escusas. Los políticos a lo suyo, los tertulianos profesionales por la radia planteando una cosa y su contraria con la que están de acuerdo pero sin estar convencidos, un paso a delante y el otro atrás y mientras tanto...el país estancado.
Aburre ya escuchar hablar del paro, de la crisis, de la bajada de las ventas y la subida de los impuestos. Estoy de lamentos, de quejas y de políticos hasta las cejas.
A mi déjenme en paz y no me estorben. No pido más. Yo con que el gobierno me robase algo menos ya me conformaba. Si, dije robar. Es que eso de meterme la mano en el bolsillo para quitarme un dinero y hacer no se yo que obras para las que no me consultan y decir que es lo que más necesitamos. Necesita quién? Yo, definitivamente no!. Lo que yo necesito y en lo que quiero gastar el dinero lo tengo muy claro y no necesito que los inútiles del gobierno, sean del partido que sean, vengan a decirme como debo gastalo o cuales son mis prioridades. Que me las fijo yo!
Cada vez que trato de animar a la gente a que se busque la vida, monte un negocio..."pero de qué, si todo está parado.:" De lavar coches, de barrer portales...qué se yo; usa la cabeza que algo se te ocurrirá.
"Ya, pero es que hace falta capital...". Lo que hace falta son ganas. De trabajar, de insistir, de aguantar y de plantarle cara a los saqueadores del gobierno. Menos impuestos, menos chupar de la teta de quienes nos deslomamos trabajando para crear riqueza.
La gente no desea libertad, estoy convencido de ello. La gente no quiere independizarse, quiere ser redimida por un caudillo que le garantice un "trabajo digno", con poca exigencia mental, horario cómodo, alguna subvención y mucho estado de bienestar. A cambio entregan su alma y se dejan encadenar todo con tal de no tener que asumir la responsabilidad de lo que pueda traer el futuro. Les da miedo todo lo que suene a asumir responsabilidad.
No podemos malgastar nuestra vida esperando a que un tercero nos resuelva los problemas. Ningún gobierno del mundo lo va a hacer. Nada de lo que cae en manos del gobierno prospera. Tienen el don de marchitar lo que tocan. Han burocratizado todo de tal manera que el ciudadano se encuentra preso en una jaula de normas y reglamentos.
Hoy no puedes vender las galletas de tu abuela, las que se han hecho en casa, de toda la vida, porque necesitas mil permisos para garantizar la higiene y composición de los alimentos y salvaguardar, de esa forma, la sociedad.
El gobierno es el socio invisible que se lleva el 40% de tus ganancias y que no aparece para compartir tus perdidas. Es el que regula para os grandes lobies, rescata bancos que crearon dinero de la nada y se aletarga judicialmente ante quienes metieron la mano en la olla pública, perdón, en la rex pública.
El gobierno todo lo controla, el gobierno todo lo sabe. El gobierno todo lo arruina.
Es el momento de armarnos de valor y darle al botón de reinicio. Menos leyes, menos reglamentos y más libertad. A fin de cuentas tenemos poco que perder todo por ganar.